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CÓMO FUNCIONA EL PROCESADOR DE TU MÓVIL

Ya ha pasado mucho tiempo desde que lo único que importaba de un teléfono es si tenía el juego “Snake”. Como ya sabéis, actualmente hay muchos factores que determinan cuál es el mejor terminal y uno de los principales factores es el procesador.

 

Cuando estamos hablamos de procesadores muchas veces escuchamos algo de núcleos, frecuencias, conexiones, carga o marcas. Mucha gente no metida en materia no controla todos los factores que diferencian a unos procesadores de otros, por eso aquí os dejamos una explicación rápida sobre los procesadores móviles.

 

Lo más importante es que todos los procesadores tienen dos características principales: Frecuencia y Núcleos.

 

Frecuencia

La frecuencia es la velocidad con la que el procesador hace una tarea. Podemos considerar la frecuencia como la velocidad potencial que puede llegar a alcanzar el procesador. Este dato normalmente lo encuentras con la terminación GHz (Gigahercios).

 

Eso sí, es probable que un terminal nuevo tenga menos frecuencia que uno más viejo, esto no quiere decir que sea peor, depende de la cantidad de núcleos que tenga el dispositivo. Por si te preguntabas qué es un núcleo y que hace, aquí está la explicación.

 

Núcleos

Los núcleos son la cantidad de “capas” que tiene un procesador, cada uno de estos núcleos puede hacer una tarea por separado.

 

El ejemplo más fácil y práctico es una fila de supermercado:

Imaginemos que un cajero del supermercado tarda 1 minuto en atender a cada cliente. Si hay 100 clientes pero solamente hay 1 cajero, tardará 100 minutos en atender a toda la fila de clientes. Por el otro lado si hay 4 cajeros las filas se hace más cortas y los mismos 100 clientes pueden salir en 25 minutos.

 

 

Esto es lo mismo que pasa en un procesador de manera simplificada:

Cajeros =  Núcleos

Tiempo Cajero = Frecuencia de cada Núcleo

 

En el caso de un procesador se podría comparar de la siguiente manera:

 

Frecuencia x nº de núcleos = Velocidad total

 

Entonces, si comparamos un teléfono móvil de 2.4 GHz dual-core con un procesador de 1.2 GHz octa-core. ¿Cuál es mejor?

 

Terminal 1 = 2.4 x 2 = 4.8

Terminal 2 = 1.2 x 8 = 9.6

 

En este caso, el segundo móvil es la mejor opción por la cantidad de núcleos que tiene, aunque la frecuencia del primero sea el doble.

 

Claro que no es tan sencillo, entre más núcleos sean más energía consume nuestro móvil. También puede pasar que si haces pocas cosas al mismo tiempo en tu smartphone (o tienes pocas aplicaciones), tu móvil podría tener un menor número de núcleos y quizá no notes la diferencia. Todo va relacionado con el uso que hagas de tu terminal.

 

 

Eficiencia

La batería es un factor muy importante hoy en día y se busca que los procesadores sean lo más potentes que se pueda pero que no consuman tanta energía. Sin embargo, entre más poderoso sea el procesador, más energía utilizará y tu batería durará menos. A pesar de todos los avances en sistemas de carga y baterías, sigue siendo inevitable que a más potencia haya más consumo energético.

 

Esto ya puede varíar mucho dependiendo de cada procesador. Hay casos donde los fabricantes prefieren incluir un chip de menor potencia con tal de que la batería dure más tiempo.

 

Por ejemplo, vemos muchos celulares con el Snapdragon 810 (ocho núcleos) en teléfonos muy poderosos como el OnePlus 2, Xiaomi Mi Note, Nexus 6P, entre otros. Pero hay otros fabricantes que han preferido usar el Snapdragon 808 (seis núcleos) para tener una buena potencia pero al mismo tiempo mantener buena eficiencia, este es el caso del LG G4, Moto X, Nexus 5X, LG V10 y más. Es una cuestión de gustos del fabricante y principalmente del usuario.

 

Marcas

Hoy en día encontramos principalmente 4 clasificaciones diferentes de procesadores en nuestros dispositivos móviles: Apple, Exynos, Snapdragon y todos los demás. Cada uno con su diferente conexión a LTE, velocidad de RAM, soporte de 4K, soporte de cargas rápidas, etc…

 

Apple

Los procesadores de Apple son obviamente los que están únicamente en los iPhones e iPads. Ambos están diseñados específicamente para su sistema operativo iOS y de la misma manera, el procesador ha sido creado a medida para el sistema operativo y el hardware de los iPhones e iPads, esto hace que se aproveche al máximo la potencia real del procesador y por ello su rendimiento sea excelente.

 

Exynos

Este es el procesador diseñado por Samsung para algunos de sus dispositivos Android. Basándose en la política de  Apple, la empresa coreana decidió hacer sus propios procesadores para sus propios sistemas; consiguiendo hacer que funcionen de una manera mucho más eficiente. Además, Samsung ha hecho innovaciones muy interesantes, por ejemplo tener dos procesadores de cuatro núcleos, uno más potente que el otro para elegir si un proceso necesita o no tanta potencia y energía.

 

Snapdragon

La gran mayoría de los teléfonos Android tienen alguna variante de los procesadores Snapdragon de Qualcomm. El 810 de ocho núcleos (dos procesadores de 4 núcleos cada uno) y 808 son los más populares hoy en día y lo utilizan los mejores teléfonos que hay en el mercado actualmente. Estos procesadores alcanzan gran parte del mercado y destacan en tener una gran variedad de modelos de diferentes potencias que son alojados en terminales móviles de todas las gamas. Se podría decir que Snapdragon es el Intel de los móviles.

 

 

Otros

Hay muchos otros fabricantes de procesadores para teléfonos móviles pero que no consiguen coronarse; como NVIDIA que lanzó su poderoso Tegra K1 que se usa en el Nexus 9 y en el NVIDIA Shield o Mediatek que hace procesadores principalmente para la gama baja. También tenemos a Intel que sigue un poco atascado en el mundo de los procesadores para móviles, pero poco a poco se va integrando con su gama Intel Atom (La misma que comparte con sus portátiles más ligeros).

 


 

Cada una de estas marcas tienen sus diferentes tecnologías y cada modelo tiene sus ventajas y desventajas técnicas. Saber todo sobre el funcionamiento del hardware móvil es complejo, pero teniendo estos conceptos claros se puede ganar mucho sin llegar a profundizar en velocidades de transferencia y tecnologías auxiliares añadidas.

 

Lo principal es lo que mencionábamos de la Frecuencia y los Núcleos, para poder comparar la potencia entre varios teléfonos. Recordar que la potencia siempre es algo a tener en cuenta pero tenemos que pararnos a pensar que uso le vamos a dar a nuestro smartphone, si sabemos que vamos a jugar mucho con él o a usar muchas aplicaciones tendremos que priorizar la potencia del procesador; si por el contrario le vamos a dar un uso más casual como simplemente revisar el Whatsapp, ver el correo y llamar; no necesitaremos pagar demás por potencia que no vamos a utilizar.  Obviamente no es el único aspecto en el que nos fijaremos a la hora de comprar un nuevo teléfono, pero seguro que es lo primero que revisamos antes de seguir leyendo el resto de especificaciones.

 

 

¿Sabías cómo funciona el procesador de un teléfono móvil?