ITALIA MULTA A APPLE Y SAMSUNG

 

Hace un tiempo se dio uno de los casos más polémicos de Apple, el conocido como BatteryGate. La propia empresa admitió que ralentizaba los modelos más antiguos para favorecer la duración de la batería en pos del rendimiento mediante actualizaciones. El enfado generalizado y las protestas de los usuarios hicieron que la compañía anunciase que esta actualización podría desactivarse, aunque la decisión parece no haber sido suficiente para la justicia italiana.

 

Ha llegado un nuevo caso y la Autoridad Antimonopolio italiana, que actúa a su vez como defensor del consumidor; ha multado a Apple y Samsung con diez y cinco millones de euros respectivamente porque las actualizaciones de software que recibieron los iPhone más antiguos y el Samsung Galaxy Note 4 causaron graves fallos de funcionamiento y redujeron significativamente el rendimiento de los terminales. Se trata de la primera multa por obsolescencia programada a nivel mundial.

 

La obsolescencia programada se paga cara

 

 

En el caso de Samsung, y de acuerdo con las declaraciones del defensor del consumidor que recoge la fuente, la firma coreana ha estado llevando a cabo esta práctica desde mayo de 2016, cuando el Galaxy Note 4 se actualizó a Android 6.0 o más comúnmente llamado Android Marshmallow. Los propietarios de un Samsung Galaxy Note 4 eran instados a instalar el nuevo firmware preparado para el Samsung Galaxy Note 7 sin ser informados de los fallos graves que provocaban las mayores exigencias de hardware.

 

Si miramos a Apple, poco hay que decir que no se sepa. Los usuarios que tuvieran un iPhone 6, 6 Plus, 6S y 6S Plus que fueron actualizados a iOS 10 no fueron debidamente informados de las nuevas demandas de potencia del sistema operativo y de los posibles inconvenientes, como los cierres repentinos que sufrían tras la instalación o la ralentización continua del terminal.

 

 

La multa de Apple es mayor por no haber avisado a sus usuarios del deterioro de las baterías de litio

 

 

Además, Italia acusa a la firma de Steve Jobs de no haber preparado ninguna medida de asistencia para los iPhone que hayan experimentado problemas de funcionamiento no cubiertos por la garantía legal. De hecho, la única medida que tomó Apple fue ofrecer un descuento para cambiar las baterías. El precio fue, al menos en España, de 29 euros.

 

De esa manera, las dos compañías han incumplido el artículo 20, 21, 22 y 24 del Código de Consumo Italiano, que califica a estas prácticas de desleales, engañosas y agresivas. Además de pagar la multa, las dos empresas tendrán que reconocer su culpa de manera pública en la versión italiana de sus respectivas webs, a la par que informar de la multa y del motivo de esta a sus visitantes.

 

¿Y tú qué opinas de la obsolescencia programada de Apple y Samsung?