Los móviles se han convertido en pequeños ordenadores que llevamos siempre encima. Contienen nuestros datos bancarios, nuestras contraseñas, nuestros contactos, nuestro calendario… Una fuente de información muy valiosa. Por eso nuestros terminales son una pequeña joya para usuarios malintencionados, que con nuestros datos pueden hacernos mucho daño. Para evitar situaciones peligrosas debemos protegernos. Aquí van cinco normas de seguridad.
Códigos de seguridad
El primera precaución obvia, pero no por ello menos importante es tener un PIN (número de identificación personal) para poder acceder al teléfono. Así que lo primero que hay que hacer es cambiar el PIN que viene de fábrica y escoger uno que no sea demasiado sencillo de adivinar. Huid del 1,2,3,4. Además, hay que tener también algún tipo de contraseña para poder consultar el móvil cuando se pasa de estado de bloqueo por inactividad a activo. Algunos modelos de terminales piden un patrón, otros incluso usan una tecnología más moderna y se puede acceder a ellos a través de la huella dactilar.
No conectarse a líneas de wifi abiertas
“¡Oh, hay Wifi gratis!”. Cuidado con esto. La wifi es una gran ventaja, pero también puede traer problemas, ya que puede provocar una fuga de datos, que otros pueden usar en nuestra contra. Al estar abierta la señal, algunos usuarios pueden conectarse a nuestro dispositivo para robar datos, meter virus, obtener contactos o contraseñas… Lo mismo ocurre si tenemos el Bluethooth encendido, podemos ser víctimas de acciones potencialmente peligrosas.
Verificar la seguridad de los sitios
El móvil se utiliza cada vez más comprar por Internet. También tiene sus riesgos por lo que a la hora de introducir nuestros datos para pagar en una app o página web, nos tendremos que informar sobra la propia seguridad que da lapágina. Hay que verificar la seriedad del portal y pedir alguna certificación de que lo que estamos haciendo es seguro.
Aplicaciones de confianza
Las apps inundan la red ofreciendo desde funcionalidades realmente útiles a simples tontadas. Hay que tener cuidado a la hora de descargarlas, ya que algunas de ellas pueden venir con trampa y llevar malware. Por eso, cuando instalemos una aplicación en nuestro dispositivo debemos ser precavidos y descargarla de una plataforma segura.
Mantener el software actualizado
Es un poco incómodo que el teléfono se actualice cada poco, pero es una manera de que siga protegido, porque con cada nueva versión la seguridad tiende a ser más grande y los virus potencialmente menos peligrosos. Así que, aunque sea un engorro, aceptad las actualizaciones.
Y vosotros, ¿nos dais algún consejo para proteger nuestro móvil?
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