Amenazas y estafas en las redes sociales

Las redes sociales en sí mismas son un gran avance para los internautas, lo único, que como en todo, mal usadas pueden ser peligrosas. Llevando siempre el sentido común por bandera hay que saber cómo comportarse en ellas para evitar caer en estafas o en posibles amenazas. Aquí van algunos consejos para navegar tranquilos por las redes.

 

Redes sociales. Fuente: Youtube.com.

Los engaños en las redes sociales están muy extendidos. Antes de hacerse un perfil en una red social hay que leer bien las condiciones legales de la misma y si no se está de acuerdo, lo mejor es no darse de alta. Si se opta por abrir un perfil habrá que estar atento y compartir informaciones que no nos pongan en peligro. Es decir, somos responsables de nuestra privacidad. No hay que colgar números de teléfono, datos personales o ubicaciones. Esto último es especialmente importante si estamos de vacaciones. Si hablamos de nuestra experiencia señalando que estamos en la otra punta del país, los ciberdelincuentes pueden aprovechar nuestras ausencias para acceder a nuestros hogares. También hay que saber configurar la privacidad de cada red para que nuestras publicaciones sean vistas por quienes queramos que las vean.

 

Si bien es cierto que no podemos controlar lo que otros cuelgan etiquetándonos, lo que podemos hacer es advertir a las personas que no queremos que muestren fotos nuestras, ir educándolas poco a poco. Otra opción, dependiendo de la red, es poner filtros y, por ejemplo, preguntarnos antes de que se cuelguen en nuestro perfil una información en la que se nos cite.

 

El acoso y los trolls son otras de las amenazas que nos pueden asaltar en las redes. En el caso de ser víctima de acoso o de ser testigo de amenazas a terceros, siempre hay que denunciar en las propias plataformas y también en la Unidad de Delitos Telemáticos de la Guardia Civil y de la Policía. No hay que pasar ni una.

 

Cuidado con las estafas

Otra amenaza peligrosa son las estafas, mediante las cuales podemos caer en una trampa que terminará afectando a nuestro bolsillo. Hay que desconfiar, por ejemplo, de mensajes de amigos que estén en otros idiomas, de publicaciones que nos ofrezcan regalos muy suculentos o aquellos que nos pidan nuestros datos personales y bancarios. Así, que os recomendamos que andéis con ojo y evitéis introducir vuestra información en aplicaciones o páginas que os prometan grandes premios o funcionalidades que las propias empresas no ofrecen. No caigáis en la trampa de meter vuestros datos en una página que os prometa daros las información sobre quién ha visitado vuestro perfil en Facebook o os dé la posibilidad de decorar vuestro perfil con colores especiales.

 

Y aún siendo precavidos, siempre hay que estar alerta por si acaso. Lo dicho, sentido común.

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