El barranquismo es un deporte que está ganando adeptos cada año. Uno de los grandes peligros de esta actividad es el rápido aumento del caudal en los estrechos. Para minimizar e intentar evitar este riesgo, 18 cañones turísticos del Pirineo y la sierra de Guara estarán vigilados a partir de ahora por cámaras que alertarán de las crecidas. El innovador sistema está promovido por la Asociación Europea de Cooperación Territorial Espacio Portalet, formada por el Gobierno de Aragón y el departamento francés de Pirineos Atlánticos, contando con la colaboración de las federaciones de Montaña y Espeleología de las dos vertientes.
El seguimiento del nivel de los caudales se hará a través de unas cámaras de fototrampeo colocadas en puntos estratégicos para facilitar el acceso visual al caudal. Al mismo tiempo se colocarán regletas de hasta 2 metros de altura que permitirán medir el aumento. Con ello se recopilara una información que a través de una red de guías colaboradores, se trasladará a una página web, donde se podrán ver las imágenes, accesibles tanto para los profesionales como para los usuarios. En dicha página figurarán unos mensajes de advertencia en los que pondrá: precaución, precaución extrema o no recomendado en función del estado actual de cada uno.
El proyecto ayudará a promocionar el Pirineo francés y el aragonés como destinos turísticos de barrancos
Este sistema se engloba en el proyecto de cooperación transfronteriza Inturpyr, que busca crear un destino turístico en los Pirineos, fomentando la innovación y la investigación, cofinanciado al 65% por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional. Una de sus iniciativas es la creación de una red de barrancos turísticos, para la que se han elegido 8 en Francia y 10 en Aragón. De estos, hay dos en cada una de las cuatro comarcas pirenaicas y otros dos en la sierra de Guara. La edición de mapas y guías, aplicaciones para dispositivos móviles y campañas para mejorar la seguridad y educar en la prevención de riesgos en la montaña son otras de las propuestas de Inturpyr.
Las cámaras están operativas desde hoy, comienzos de julio. Cuentan con un sistema de tratamiento y transmisión de la información, así como de visibilidad de los datos desde cualquier dispositivo para la gestión del usuario. La comunicación no es sencilla, ya que en espacios tan angostos proliferan las zonas de sombra.
Esta no es la primera acción en la red de barrancos del Inturpyr. De hecho, ya se colocaron dos cámaras en fase de prueba en los del Alto Gállego, Gorgol y Os Lucas. También se hicieron trabajos de limpieza y mejora de las instalaciones: desbroces, cortes y retirada de troncos que obstaculizaban el paso, reequipamientos de anclajes y sirgas…
Este nuevo sistema se utiliza desde hace tiempo en los Alpes, pero apenas se ha ensayado en España. Las pruebas realizadas en el Gorgol en 2017 permitieron registrar crecidas de 1 metro en poco tiempo tras una tormenta, explicaba Santiago Fábregas, director del Espacio Portalet que lidera el proyecto. Añadió que también se piensa en mejorar la señalización en los accesos a los cañones con información de sus características, desniveles o épocas recomendables para el descenso.
Los vigilantes de los cañones
“La gente se preocupa mucho por los caudales, nuestros clientes nos lo consultan constantemente en internet”. Miguel Delgado, guía de Pirineos Blancos.
Los guías de cada zona son los que mejor conocen las características de sus cañones y están ayudando a perfilar la metodología de trabajo, en función de distintos parámetros, como el tiempo que tardan en desaguar tras una crecida. Desde el año pasado él y su compañero se encargan del acondicionamiento del Gorgol y Os Lucas, en el Alto Gállego, y del seguimiento de las cámaras instaladas aquí de forma experimental. La principal dificultad, afirma, es la cobertura. El pasado fin de semana estuvieron reforzando y revisando instalaciones y colocando señalización.
“Muchos barrancos que se podían hacer en este época, este año van muy fuertes. Está siendo más difícil que otros”. Álex Castro, miembro de la Asociación de Guías de la Sierra de Guara.
Las cámaras de vigilancia llegan en una temporada que ha tenido un inicio “complicado” por la abundancia de lluvias y de nieve que se funde en el deshielo.
¿Y tú qué opinas de este nuevo sistema?