¿Quién no se acuerda de las veces que traían una televisión nueva a casa? Esa televisión que dejaba alucinados a todos. Cada vez tenía menos grosor, se veían más canales, se podían grabar programas… Y ahora incluso ver desde el inicio una película aunque esté empezada, o conectarnos a Internet gracias a Movistar.
Esta semana Samsung ha ido más allá. Ha presentado una televisión de esas que pueden ser bonitas hasta apagadas. A partir de ahora, el televisor va a ser un objeto decorativo más. Y es que Samsung acaba de presentar al público una televisión que puede convertirse en cuadro cuando no está encendida. Este televisor se llama The Frame. Permite que los usuarios elijan piezas artísticas entre más 100 obras de arte en 10 categorías diferentes. Desde paisajes, arquitectura, fauna, acción, hasta dibujos. También podéis elegir fotografías propias.
A partir de ahora el televisor pasa a ser un cuadro más entre todos los que están colgados en la pared. Incluso detecta la luminosidad natural de la sala y se adapta a ella. Apenas se podrá distinguir entre los cuadros y la nueva televisión. ¿Creéis que sí por los cables? Nada de eso. También ha pensado en ello. Este nuevo televisor contiene cables transparentes y montaje en pared “No Gap”. Gracias a una caja externa conectada a través de un cable de fibra óptica, reúne todas las conexiones, sin que éstas salgan de la parte trasera del televisor. Permitirá a los usuarios encajarlo sin problemas, en cualquier lugar sin que los antiestéticos cables supongan un problema.
Además, cuenta con un marco que lo rodea, el cual se puede elegir entre distintos diseños, con el objetivo de adaptarlo a la decoración de la casa.
Se comercializará a partir de este verano, en 55 y 65 pulgadas y se podrá adquirir a partir de un precio de 2.000 euros.
En la imagen de arriba encontramos un televisor. ¿Adivinas cuál? 😉