MITOS Y VERDADES PARA SALVAR UN MÓVIL MOJADO

 

Con el paso de los años los smartphones mejoran y buscan ofrecer una mayor durabilidad para facilitarnos la vida. Mejoras como estas son precisamente los certificados IP de los que ya os hablamos en una entrada anterior, las cuales hacen referencia a las protecciones contra polvo y agua. Estas protecciones nos ayudan a prevenir esos pequeños infartos que sufrimos cada vez que el móvil cae al agua, o cuando derramamos algún líquido sobre él.

 

Estos casos son por desgracia muy comunes y hay mucho hablado sobre el tema. En caso de accidente con algún líquido hay cientos de consejos para evitarnos que nuestro teléfono muera, sin embargo, no todos funcionan. Desde Barreu Comunicaciones vamos a ver qué métodos funcionan y qué métodos no a la hora de salvar un móvil que ha caído desgraciadamente al agua.

 

 

Hacernos a la idea que no lo cubre la garantía

 

 

A no ser que dispongamos de un terminal bajo un seguro a todo riesgo, lo más común es que casi automáticamente cuando un móvil mojado llega a un servicio técnico este rechaza la reparación gratuita. Esto es así porque la garantía no cubre los daños por agua ni en los móviles que supuestamente son resistentes a ella. Una vez un líquido cualquiera sobrepasa el sellado del teléfono, inevitablemente tendremos que prepararnos para pagar una reparación o mirar un móvil nuevo.

 

En estos casos, además, un móvil dañado por agua es difícil de ocultar. Se debe a que en el interior de los teléfonos móviles hay un mecanismo, que suele ser una pegatina que cambia de color cuando entra en contacto con un líquido. Es así de sencillo. Si la pegatina ha cambiado de color te puedes despedir de la reparación gratuita ante cualquier compañía. Por desgracia es una anulación automática de la garantía.

 

En estos casos, el servicio técnico nos avisara de que la garantía se anula, y posiblemente un presupuesto de reparación que puede ser bastante costoso en función de qué partes internas están dañadas; sea como sea, cambiar los circuitos electrónicos o una placa base oxidada es muy costoso. Por ello hay que intentar evitar a toda costa estos accidentes y si aun así ocurren lo ideal es probar antes todas las soluciones que estén a nuestro alcance para intentar revivir el teléfono.

 

En el caso de que todos nuestros intentos fracasen hay que tener por seguro que habrá que pasar por caja por lo que no hay nada como haber contratado un seguro que cubra este tipo de daños. Hay opciones de seguros para todos los gustos y dada la importancia de nuestros smartphones a día de hoy, es mucho mejor tenerlo asegurado además de cuidarlo día a día.

 

 

Meter el móvil en arroz

 

 

Este método es de los más famosos y la realidad es que funciona siempre que la inundación interna del móvil no sea demasiado severa. Los dos grandes enemigos de un teléfono móvil en el momento de una inmersión son los cortocircuitos y la corrosión. La primera se puede solventar apagando el móvil de inmediato para evitar que la electricidad del móvil haga de las suyas al estar en contacto con el agua; por el otro lado, con la corrosión poco podemos hacer salvo cruzar los dedos y esperar que no haya daños graves.

 

Es muy importante distinguir entre caídas en agua normal (el grifo, una fuente, un río) o en agua salada. Esta última es extremadamente peligrosa para nuestro smartphone pues produce corrosión de forma casi inmediata. El agua salada (normalmente la del mar), deteriora la joyería, borra el tintado de los trajes de bajo y, claro está, aniquila cualquier dispositivo electrónico. Si tenemos la mala suerte de que nuestro móvil cae en agua salada, lo mejor que podemos hacer es volver a sumergirlo en agua del grifo para ayudar a que desaparezca la sal. Después podremos continuar.

 

El método del arroz es un clásico, llenar un vaso con arroz y meter el teléfono dentro. Cierto es que el arroz absorbe la humedad, pero no hará milagros. Para que absorba toda el agua posible tendremos que desmontar correctamente toda pieza desmontable del terminal: carcasas traseras, baterías y todo lo que podamos retirar del teléfono como la cámara, tarjetas SD y SIM. Si además se puede desatornillar la parte interior del móvil, mejor. Hecho todo esto podremos enterrar el teléfono en arroz y lo dejaremos un largo periodo. Es un método lento, lo normal y lo más comentado es dejarlo hasta dos días en ese estado, pero puede funcionar si el agua no ha penetrado en demasiada cantidad.

 

Podemos decir que este método funciona, pero no es infalible, es importante que esto quede claro. Tal vez el teléfono vuelva a funcionar o tal vez no, en el primer caso será gracias al arroz, en el segundo a causa de una inundación que no se podía controlar. Pasado el tiempo de espera volveremos a montar el teléfono, lo encendemos y cruzamos los dedos. Añadimos que este método es famoso por hacerse sólo mediante arroz, pero está comprobado que funciona mejor con avena, gel de sílice e incluso arena de gato o de playa, siempre y cuando luego limpiemos las piezas con mucho mimo y cuidado, utilizando un bastoncillo de algodón.

 

 

El alcohol isopropílico también ayuda

 

 

Otra forma de intentar salvar a nuestro terminal y que funciona con bastante efectividad es usar alcohol. El mismo alcohol que solemos tener en el botiquín de casa. Puede parecer absurdo, pero sumergir el móvil en alcohol puede salvarlo de un chapuzón gracias al alcohol de entre 70º o 95º, pero lo ideal para este método es usar alcohol isopropílico que encontramos con una pureza de hasta el 99%.

 

Es seguro que alguna vez hayamos limpiado un circuito electrónico con alcohol, o haber visto a alguien haciéndolo. Es así por que un alcohol con estos niveles de pureza se evapora sin dejar rastro de su presencia. Pero de camino hace algo más, arrastra con él el agua con la que entre en contacto. Si quieres borrar rápidamente el agua de un circuito electrónico, el alcohol isopropílico es posiblemente tu mejor amigo.

 

No tengáis miedo, se puede sumergir el móvil en alcohol y dejarlo ahí un par de minutos para que el alcohol llegue a los mismos puntos que ha alcanzado el agua. Recordemos que esto siempre se tiene que hacer con el teléfono apagado y con la batería retirada. Después sacamos el teléfono del alcohol y esperamos a que seque completamente. Hasta que no haya rastro de olor alguno, en ese momento se habrá retirado completamente sin dejar rastro.

 

 

Olvida aplicarle calor

 

 

A lo largo de los años muchos de los consejos que escuchamos sobre cómo salvar un teléfono móvil de una caída al agua, o para cuando el agua se vierte sobre ellos, tienen que ver con aplicar calor para secar el teléfono. Se escucha de todo como secar el teléfono con un secador para el pelo, colocarlo junto a una estufa o en un radiador o incluso meterlo unos minutos al horno o en el microondas. Esto es lo peor que podemos hacer cuando estemos en una situación así.

 

Cualquier teléfono móvil cuenta con circuitos electrónicos sobre materiales que buscan disipar al máximo el calor. En su interior hay disipadores en los procesadores, o pasta térmica que se usa más frecuentemente en los ordenadores personales. Todo esto porque la electrónica funciona mejor cuanto más fríos están los circuitos, pues al darles uso y transportar electricidad ellos mismos se calientan. Pero qué pasa cuando los metales y piezas de plástico se calientan más de la cuenta; fácil…se dilatan, rompen o incluso funden ante el exceso de calor.

 

Por esto mismo, en el caso de que tu móvil se moje un poco, de forma moderada o mucho, aléjalo de fuentes de calor y no las utilices para secarlo. Muchos de sus circuitos no van a recuperarse sino a empeorar cuando se les aplique calor y puede darse el caso de que acabemos con el teléfono dejándolo inutilizado por nuestra propia acción para salvarlo.

 

Nada de calor. Ni secadores, ni hornos ni ninguna otra fuente de calor.

 

 

Aun después del accidente, el teléfono puede sobrevivir

 

 

Si tenemos suerte nuestro móvil vivirá en el caso de que no se ha producido ningún cortocircuito al entrar en contacto su electrónica con el agua o si en el proceso no se produce corrosión interna. Podemos utilizar los métodos antes comentados para ayudar a evitar la corrosión.

 

Aunque tu móvil sea sumergible y tenga buenos certificados IP…no lo sumerjas

 

Que un móvil se salve del agua es difícil pero no imposible. Dependerá siempre de hasta qué punto ha entrado el agua en el interior del terminal. Como hemos comentado tantas otras veces, que un smartphone sea sumergible gracias a sus certificaciones no significa nada. Estos sellos se deterioran y solo están preparados para sellar el teléfono, no son 100% eficaces y el agua puede acabar entrando en cualquier dispositivo eléctrico.

 

Esperamos que ahora se tenga claro qué métodos funcionan y hasta qué punto. Ninguno es infalible, pero hay algunos que son directamente inútiles y hasta perjudiciales como el famoso método de aplicar calor a un teléfono mojado. Hay que tener mucho cuidado y ser meticulosos cuando queramos aplicarle alguna de estas soluciones a un teléfono que ha caído al agua o ha sido empapado, no sea que empeoremos la situación más que solucionarla.

 

 

¿Y tu que opinas de estos métodos caseros para salvar un móvil mojado?

 

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